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Pellets, el combustible que cuida el medio ambiente

Una de las mayores preocupaciones de la sociedad actual es la dependencia del petróleo para la generación de energía. Encontrar productos alternativos a este combustible fósil resulta vital para contar con una manera de producir energía que no tenga fecha de caducidad, que no dependa de unos depósitos naturales que, inevitablemente, en algún momento pueden agotarse.

En este sentido, la biomasa aparece como una alternativa muy prometedora ya que su combustión no aumenta el contenido de dióxido de carbono presente en la atmósfera, puesto que la cantidad que se liberar será la misma que la que se absorbió durante su generación por el proceso biológico. Además, la biomasa es un producto que se obtiene directamente de la naturaleza, que puede producirse por el hombre, por lo que resulta muy interesante en todos sus posibles usos.

¿Qué son los pellets?

Este tipo de material constituye una de las alternativas actuales en la búsqueda de recursos para reemplazar el uso del petróleo. Es un producto totalmente natural, catalogado como biomasa sólida que tiene forma de cilindros muy pequeños de unos pocos milímetros de diámetro. Están fabricados empleando serrín natural seco, sin añadir ningún aditivo. La propia lignina que está presente en el serrín es la sustancia empleada como aglomerante, comprimiendo el serrín a alta presión para dar forma al pellet. Presentan una composición muy densa y dura y por ello cuentan con un gran poder calorífico, aspecto muy interesante para cualquier fuente de energía.

La industria forestal es una gran generadora de residuos que proceden del aserrado, la poda, los raleos de los bosques, así como de la manufactura de la madera. Este hecho es el que se aprovecha para la fabricación de esta nueva alternativa a los combustibles fósiles, empleando todos estos residuos para generar unos pequeños cilindros que encierran una gran cantidad de energía en su interior. Un tipo de combustible alargado a base de residuos de madera, que resulta ecológico, limpio, cómodo de utilizar, fácil de almacenar y que ocupa menos espacio que la madera, una auténtica renovación en el mundo de los combustibles hacia un futuro mucho más prometedor.

¿Cuáles son las diferencias con las briquetas?

Con el nombre de briqueta se conoce a otro combustible procedente de la biomasa. De hecho, en muchas ocasiones, pellet y briqueta suelen confundirse ya que presentan algunas características comunes, pero también presentan diversas diferencias que conviene tener presente. Las briquetas están fabricadas con residuos de biomasa arbórea, como es el caso de leña, astillas, etc., básicamente se puede decir que son bloques de madera compactada y triturada.

La principal diferencia de un pellet y una briqueta es el tamaño. La briqueta suele tener forma de ladrillo. También puede tener forma cilíndrica. Por su parte un pellet es un cilindro que presenta pocos milímetros de diámetro. Siempre tienen un menor tamaño ya que así se facilita su manipulación por medios automáticos, pudiendo automatizar el suministro de dicho combustible a las estufas destinas a su consumo.

Para usar briquetas no se necesita realizar ningún tipo de inversión inicial ya que puede utilizarse del mismo modo que se hace con la madera, tiene los mismos usos que la leña, por lo que puede emplearse sin problemas en calderas, estufas de leña, chimeneas, etc.

Por su parte, para poder emplear serrín prensado en forma de cilindro como combustible es necesario disponer de una caldera o estufa específica, siendo necesario realizar una inversión inicial para contar con el equipo capaz de realizar una combustión adecuada de este combustible.

Otra diferencia entre estos dos tipos de combustible generados a partir de biomasa es la automatización que posibilitan. En el caso de las briquetas no es posible realizar esta automatización, es imprescindible llevar a cabo una alimentación manual ya que son bloques de madera prensada. Por el contrario, si se opta por emplear el tipo de combustible conocido como pellet, sí se puede incorporar un sistema de alimentación automática, de manera que el usuario no tiene que estar pendiente de suministrar el combustible a la caldera, lo que aporta una mayor comodidad para el mismo.

La densidad de ambos combustibles también es un factor diferenciador entre ambos. Mientras que un pellet pose una densidad de 600 kg por metro cúbico, una briqueta presenta una densidad de 1000 kg por metro cúbico.

El espacio requerido para el almacenamiento de ambos combustibles también permite diferenciarlos. Un pellet necesita más espacio para almacenarse, mientras que la forma geométrica de las briquetas permite que se puedan almacenar de una forma más cómoda. El pellet se comercializa ensacado o a granel.

Teniendo en cuenta todos estos puntos, se puede decir que el uso de briquetas resulta más recomendable para uso doméstico de chimeneas, estufas, hornos y calderas individuales, situaciones donde la alimentación manual de los equipos no supone ningún tipo de inconveniente para el usuario. De forma aproximada 2 kilos de briquetas hacen posible conseguir el mismo calor que produce 1 litro de gasoil.

Cuando se requiere una alimentación más continua, en equipos que presentan un mayor funcionamiento a lo largo del tiempo, el uso de una alimentación a base de pellet es la forma más recomendada. Disponiendo de un silo donde almacenar estos cilindros es posible tener un funcionamiento óptimo de, por ejemplo, calderas de carbón mineral de comunidades de vecinos.

¿Cuál pellet es el mejor para comprar? Consejos para elegir el mejor pellet

Escoger un pellet de calidad es vital para poder mantener el buen estado de la estufa. Si se emplean productos de baja calidad es posible que se produzca un ensuciamiento excesivo del equipo, provocando atascos en el mismo que tienen como consecuencia encendidos bruscos de la estufa. Este tipo de problemas podrían incluso derivar en una oxidación de la cámara de combustión, conduciendo a un deterioro irreversible de la estufa.

Algunos de los puntos que deben tenerse en cuenta para elegir un pellet de calidad son:

Apariencia. Un pellet de calidad es aquel que presenta una superficie lisa, brillante, sin rastros de polvo. Debe tener un color uniforme, si se aprecian puntos de colores llamativos es indicativo de que el pellet contiene desechos de formica o plásticos.

Limpieza. Para ser un producto de calidad no debe incluir restos de metal, tierra o papel.

Debe ser compacto. No debe deshacerse en exceso durante su manipulación, ya que si esto sucede es indicativo de que contiene una elevada proporción de polvo que podría aumentar la cantidad de ceniza y ensuciar la estufa durante el uso.

Deben tener mayor densidad que el agua. Para comprobarlo se puede introducir una pequeña cantidad de este combustible en un recipiente con agua. Si es un pellet de calidad, se sumergirá. Si después de unos 5 ó 10 minutos en el agua se observa que los cilindros no se deshacen es posible que incorporen algún aglutinante, hecho que no es deseable en este tipo de combustible que se aglomera por la propia lignina de la madera. Si se emplea un aglutinante se producirá una mayor cantidad de humo durante la combustión.

Cómo se fabrican los pellets

El proceso de fabricación de un pellet no es sencillo. De forma general la técnica consiste en prensar madera al máximo para conseguir pequeños trozos muy compactos. El proceso se inicia con la recogida de los residuos forestales. Posteriormente se acumulan esos residuos en una trituradora donde se muelen y se refina la biomasa. El objetivo es conseguir biomasa del mismo tamaño, reduciendo la humedad de la misma. Posteriormente se produce el llamado proceso de pelletizado donde el material triturado es prensado para reducir aún más su humedad hasta que presente un valor de contenido en agua alrededor del 10 % y plastificando las partículas para tenerlas aglomeradas. Este proceso debe llevarse a cabo a baja temperatura para evitar que el material se queme. Las pequeñas piezas de biomasa prensada se enfrían de forma suave para evitar que se produzcan fisuras.

Fabricar este tipo de combustible de forma doméstica es posible, siempre que se disponga de todo el equipamiento necesario que proporcione las garantías suficientes para obtener un material de calidad que proporcione la energía necesaria sin producir deterioros en las calderas o estufas.

Más información sobre los pellets

Formas de venta de los pellets

Ventajas de los pellets

Las ventajas que el uso de estos pequeños cilindros de residuos de madera proporcionan son:
Resultan más ecológicos que los combustibles fósiles. La madera es un recurso natural renovable, por lo que el uso de madera para generar energía mediante combustión no implica un aumento de la cantidad de dióxido de carbono presente en la atmósfera, la emisión de esta sustancia es mucho menor que en el caso de los combustibles fósiles. La madera no contiene azufre, por lo que su uso evita la aparición de lluvia ácida. Incluso las cenizas generadas en la combustión de este material pueden emplearse como abono mediante compostaje.
Producen menos ceniza que la leña. Se produce una menor cantidad de ceniza, presentando un elevado poder calorífico.
Son más baratos y seguros que los combustibles fósiles. El pellet tiene un precio inferior al del gas, la electricidad o el gasóleo. Además, no tiene riesgos de explosión ni produce malos olores.
Reducen la dependencia energética. España necesita importar entorno al 80 % de la energía que consume en forma de petróleo y gas natural. El uso de este tipo de energía renovable permite autoabastecerse de combustible, reduciendo la cantidad que es necesaria traer del exterior.
Tienen una gran cantidad de usos. Desde calentar una vivienda, una habitación, hasta emplearse en acumuladores de agua caliente, este tipo de combustible resulta muy polivalente.

Inconvenientes de los pellets

Son pocas las desventajas que este tipo de combustible presenta, siendo la única más destacable el hecho de que es necesario el uso de calderas y estufas especiales para su combustión.